Lo que no pasa con el jamón cocido si que ocurre cuando hablamos de jamón curado, nadie duda que hay que entender un mínimo para distinguir el bueno del menos bueno, y digo esto porque para mí el jamón nunca es malo. En cambio cuando hablamos de jamón cocido parece que no haya que saber demasiado para distinguirlo, cuando lo cierto es que el jamón cocido también tiene un lenguaje propio que hay que saber leer. El secreto del jamón cocido está escrito entre las líneas de sus vetas blancas, y lo que nos dice es fundamental para conocer su calidad.

Pues bien, si quereis hacer la prueba solo teneis que comparar el excelente jamón cocido de La Selva con otro del mercado y fijaros en lo que os dicen las vetas blancas y las zonas señaladas en la imagen, no tardareis en apreciar las diferencias.

Jamón cocido La Selva artesano y natural

El jamón cocido natural de La Selva es uno de los excelentes jamones cocidos del mercado y viene siendo un clásico desde hace mucho tiempo entre los productos destacados de Comercial Tabarca. Además de su excelente calidad, el jamón cocido natural de La Selva no contiene gluten, huevo, lactosa ni soja, cuatro de los principales responsables de alergias, lo que gana y mucho en la confianza del producto. El jamón cocido natural extra de La Selva también se presenta en variedades sin fosfato y reducido en sal, lo que lo hace especialmente saludable y distinto del resto de los del mercado.

La Selva, siempre innovando, ahora presenta Facilat su sistema patentado de fácil apertura para mayor comodidad en la apertura de su formato en lata.

El secreto del jamón cocido natural de La Selva está en el proceso, un proceso tradicional y diferente al proceso estándar de elaboración. La diferencia está en que en La Selva se hace siempre una rigurosa selección de la materia prima, trabajando siempre con la pierna entera. La salmuera, compuesta por ingredientes básicos como son el agua, sales y un poco de azúcar, se inyecta manualmente en la arteria principal del jamón pieza por pieza, el hueso del jamón se conserva hasta el momento del envasado, lo que aporta más sabor y aroma al producto final, larga maduración y elaboración en 8 días, frente a los procesos mecanizados y elaboración en 24-48 horas de los sistemas estándar.

El resultado es un extraordinario jamón cocido natural que apetece con verlo. Y hablando de apetito, acabo de darle un pequeño golpe de frío a una botella de Viña Vilano con el que acompañar un buen carpaccio de jamón cocido La Selva que he preparado inspirado en el vídeo  para la visita de mis amig@s, porque además de sabroso, en la sencillez está el buen gusto.

Gustais?

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