Conversación telefónica con Jorge, comercial y compañero.
• María, me voy a llevar otra caja de El Niño al pueblo para mi amigo.
• ¡Genial! le ha gustado entonces.
• Sí sí, está muy bueno ese vino, le ha gustado, es diferente, el toque de maceración carbónica…
• ¿Maceración carbónica?
• Sí, un poco sí.
• Yo no se la he notado, Jorge, ¿estás seguro?
• Que sí.
• Bueno, me fijaré la próxima vez que lo pruebe, porque no me percaté.
• Tú fíjate que yo sí que se la he notado.
Y yo pensando “Sí, ya. Jorge FLIPA”
Cinco minutos más tarde. Un whatsapp nuevo. Abro:
Jorge: “¿QUÉ ES EL NIÑO? Bodegas Campillo os presenta a un nuevo miembro de la familia. Un vino fresco, desenfadado y con muchas ganas de ser disfrutado. Un vino con energía, vitalidad y con genes de una gran marca.
EL NIÑO de Campillo está elaborado con 90% Tempranillo y 10% Graciano. Se ha realizado una semimaceración carbónica en la vinificación, consiguiendo así sutiles aromas de la fruta posteriormente fundidos con los de la barrica nueva de roble americano, donde ha permanecido siete meses…” (El mensaje sigue y sigue…)
Pienso:
1. ¡OMG! Qué mal he quedado.
2. Menos mal que Jorge sí hace bien su trabajo.
3. ¿Cuándo es el próximo curso de cata?
Para los que no quieran ser ceporros como la menda:
No te irás nunca a la cama sin saber algo más!
Ya he apuntado El Niño de Campillo en la lista de los vinos a probar próximamente.
Salu2!
Bien por la bloguera, lo suponía. A ver si es cierto lo de la cata «bautizo» del NIÑO y se acompaña con jamoncito y quesito como en la publicación.
Por cierto,»El Niño»,no tiene maceración carbónica,sí no semi-carbónica,acompañado de siete meses de barrica,toda una novedad,con un corte moderno.
Se debe de servir a una temperatura de 10 a 12 grados.
Recomiendo 100%.
Gracias por llegar hasta aquí.