Con algo de nostalgia, oigo a mi padre comentar aquellos viajes que antaño él realizaba con mi abuelo, su padre. Viajes con preparativos de varios días, incluida la revisión de niveles de aceite, agua y líquido de frenos, antes de la salida, para que el viaje, que iba a durar lo suyo, transcurriera sin incidentes. Por cierto, viaje que acostumbraba a comenzar muy temprano, prácticamente coincidiendo con el amanecer de Alicante.

Escucho con atención su relato, del que conserva algunos recuerdos muy característicos de la época, sobre todo los grandes carteles de publicidad que adornaban las carreteras acompañando al paisaje. Yo todavía he llegado a ver alguno de los toros de Osborne, pero no de los originales, en los que al parecer se anunciaba el brandy Veterano y cuya historia he podido encontrar en el enlace que os dejo a continuación.

http://www.osborne.es/toro-de-osborne/historia-toro-de-osborne/

Pero por lo visto esta publicidad tenía dos competidores en las carreteras españolas, Sandeman, conocido como el hombre de la capa y que en realidad es el «Don de Sandeman», un misterioso personaje nacido en el año 1928 para representar la marca del mejor oporto y cuyas bodegas se pueden visitar hoy en día en Oporto, y Nitrato de Chile, un abono natural para el campo, muy utilizado en los años 30 y posteriores, y cuyos carteles han quedado como auténticas obras de arte.

Las ventas, que no la plaza de toros madrileña, las ventas de la carretera, evolucionadas a restaurantes en la actualidad. Ellas también entran en el comentario, o más bien relato, o mejor “batallita”, a través de su buen vino, cerveza, refrescos, quesos, jamones, embutidos y carnes a la brasa, ya que además de restaurar el cuerpo del viajero, cansado de kilómetros en coches nada parecidos a los de hoy, se aprovechaba para comprar algunos de estos productos, así como los recuerdos del lugar de paso en el que uno hacia su parada. Así uno anotaba los lugares que repetiría, favoritos, y borraba los que no le volverían a ver, los que iba a recomendar y los que iba a excluir de sus comentarios. Hoy estaríamos hablando de los que iba a destacar o masacrar en su blog.

Lo cierto, es que aquellos viajes tenían sus incomodidades, pero creo que también sus ventajas, sin teléfonos móviles que interrumpieran las conversaciones viajeras y sobre todo, sin prisas, saboreando lo acontecido.

Entro en debate comparativo con las ventajas de los viajes de hoy, pero al parecer hay algo en aquellos que les dejaron mucho sabor, quizás como el jugar en la calle comparado con la consola o la tablet de rigor.

Son cosas de los tiempos, y sinceramente pienso que lo mejor siempre estriba en haberlo sabido disfrutar, algo que pienso poder contar algún día con la misma nostalgia con la que me lo cuentan a mí.

Sean los de hoy o los de antaño, que vivan los viajes.

by Comercial Tabarca – Distribución de bebidas y alimentación en Alicante.