Esto que dicen de poner al mal tiempo buena cara, nos lo tendríamos que aplicar más los alicantinos, y me incluyo.

¿Qué pasa en esta ciudad cuando llueve, cuando hace frío, cuando sopla el viento? Los de Alicante nos quedamos en casa. Y seguramente los que ves por la calle no son de aquí, son de otros sitios donde el frío no molesta, y aunque moleste intentan ignorarlo, porque en aquellos lugares de dónde provienen si no salieran cuando el frío arrecia se quedaban en casa sin salir todos los días durante muchos meses al año.

Lo cierto es que somos unos privilegiados, porque vivimos en un lugar privilegiado donde, como mucho, y me paso, sufrimos dos meses de invierno, y además un invierno templado. ¿Por qué nuestro primer plan cuando llueve un sábado por la noche es pensar en peli, manta y sofá? Porque estamos “mal acostumbrados” al bendito Sol, y cuando nos falta parece que nos venimos abajo, nos entra la pereza, el sueño.

Pero propongo ver el lado positivo de esta situación invernal, que en estos días estamos sufriendo un poco de más.

Puedes encontrar sitio en aquel restaurante que siempre está a reventar. Puedes aprovechar la situación para pensar en algo romántico y diferente con tu pareja, con la familia, con los nenes.

El otro día descubrí una página que está súper bien.

http://tuplan.costablanca.org/

Es una página en la que puedes elegir todo tipo de planes, adaptándose al presupuesto de cada uno, el que elija por toda la provincia de Alicante. Echadle un vistazo porque merece la pena.

Y pensad en sorprender a los vuestros estos días fríos de invierno. Id a la montaña, a aquel restaurante o aquella casa donde podéis encontrar una chimenea encendida.

Buscad el mejor sitio donde encontrar un buen chuletón y donde haya buen vino para calentaros el cuerpo.

Pasead bajo la lluvia cogidos de la mano de aquella persona a la que queréis. Da igual si os mojáis, ¡es tan de película!

Coged el coche, siempre con precaución, y poneros a tope esa canción que os emociona tanto. Yo pondría esta.

Deberíamos acostumbrarnos a salir con frío, viento y lluvia, porque esos días no los tenemos siempre, más bien tenemos pocos, y es tan divertido cambiar de estación. Hay que saborearlos fuera de casa, porque sabemos que a la vuelta de la esquina tenemos a Lorenzo asomando la carita, y enseguida cambiaremos el chip y no volveremos a ver el invierno hasta pasado mucho tiempo.