Oye, que el verano pasado nos dieron a probar esta cerveza porque nos la iban a traer a Alicante, y lo primero que nos dijeron fue: color ambarino, Malta, tostada. Con estas palabras enseguida me vino a la cabeza una isla desierta y me vi a mí misma tumbada a la bartola bajo una palmera. Y entonces pensé que la cerveza iba a ser una cerveza fresquita, de estas que entran como agua cuando el calor aprieta aquí en Alicante. Pero me llevé un chasco importante. Me encontré una cerveza con cuerpo, y con un sabor más intenso que Amstel. Yo, chica, que se bebe la mexicana Sol tan a gusto, al principio me chocó, pero bueno, no entraba mal, oye, ¡estaba buena! Eso sí, hay que beberla con prudencia, comiendo algo si es posible y con un punto de apoyo cerquita de ti.

Bueno, pues a una ya le entró la curiosidad y preguntó cómo estaba elaborada esa cerveza, y no había manera de sonsacar a mis compañeros del Grupo Heineken más información de la que necesitaba saber: Amstel Oro es una cerveza tostada, una mezcla de diferentes maltas. ¿pero qué maltas, cómo se hace…? Nada.
Por lo visto la receta la patentó Amstel en 1956 y a la Señora Heineken no se le escapa ni mú.
(Porque sepan que la mandamás en esta empresa es una mujer)
¡Me río de los que guardan la fórmula de la Coca-Cola!.

Si alguien tiene curiosidad por esta cerveza nueva y no la ha probado todavía podrá hacerlo en IFA este fin de semana que se celebra Gastroalicante 2015, del que Amstel Oro es orgulloso patrocinador. Y seguro que encuentran buena comida para acompañarla y numerosos puntos de apoyo. 😉

¡Disfrútenla!