No me atrevo a hablar de un vino, aún estoy entrenando mi nariz, aunque sé que por naturaleza nunca conseguiré una de oro, porque mi olfato no da para mucho más. Normalmente recurro a que me lo cuenten mis compañeros de Tabarca Selección. Ellos, Delfín, Luis, Ramón y Salvador, me guían cuando tengo preguntas sobre un vino o un licor, y me fío mucho de ellos, porque saben del tema, y porque normalmente conocen y reconocen el trabajo que hay detrás de cada caldo, de cada botella, corcho y etiquetado. Ya os digo que me gustaría salir del nivel usuario y poder hablar de un vino como lo hacen ellos, como si fuera una joya de la orfebrería más fina.

NUESTROS PROFESIONALES DE CONFIANZA

Pero a pesar de mi ignorancia, soy de la creencia de que un vino sabe igual que la persona que lo ha hecho. Me gusta el mundo del vino porque nace de la tierra, y no hay trabajo más noble que el de un agricultor, porque lo que ves es lo que hay, los esfuerzos, el buen hacer de la labranza son tangibles y el resultado se puede catar. Toda la sabiduría del campo la notas en la nariz, la boca y el estómago, los minerales de la tierra, el clima, el mimo a la cepa, todo empieza ahí, y todo cuenta desde el minuto uno. Pero aún siendo un producto noble siempre tiene su complejidad, sus notas características, su personalidad, como las personas ligadas a ellos.

¡Qué satisfacción tan grande es esa de ver que tu trabajo ha sido recompensado con un buen producto y además reconocido, aunque sea por unos pocos que se atreven a probarlo!.

EL VINO, UN PRODUCTO DE 10!

Seré incapaz de decir a la primera qué notas olfativas tiene un vino, o qué matices gustativos, aunque algún día lo conseguiré hacer medio bien, pero en cambio sí conozco un poco a las personas que han liderado un proyecto, puedo atreverme a decir si es un vino atractivo, elegante, tradicional, o si no me dice nada, porque todo está en la botella.

by Comercial Tabarca – Distribución de bebidas y alimentación en Alicante.