El queso es un alimento sólido derivado de la leche de distintos animales que se obtiene por maduración de la cuajada de la leche. Una vez eliminado el suero, sus diferentes variedades dependen del origen de la leche empleada, de los métodos de elaboración seguidos y del grado de madurez alcanzada.

Las bacterias beneficiosas se encargan de darle acidez a la leche, y tienen también un papel importante en la definición de la textura y el sabor de la mayoría de los quesos. Algunos también contienen mohos, tanto en la superficie exterior como en el interior.

Nutrientes del queso.

El queso es un derivado lácteo que se compone sobre todo de proteínas y grasas debido a que se elimina gran parte del contenido acuoso de la leche.

También es fuente de minerales como el potasio, sodio y calcio, destacando la presencia de vitamina D, además de un mínimo de vitamina A, E y vitaminas del grupo B.

Sin embargo, la proporción de estos nutrientes puede variar en cada queso dependiendo del proceso de elaboración empleado, del animal origen a la leche y sobre todo afecta su composición nutricional el tiempo durante el cual el queso se estaciona o madura.

Tipos de queso.

El queso tiene dos variables para definir su tipo: su origen de procedencia y su proceso de elaboración. Lo que hoy nos lleva a la publicación es distinguir los quesos por su proceso de elaboración, y por este concepto tenemos seis tipos: añejo, viejo, curado, semicurado, tierno y fresco.

Los quesos con período de maduración de hasta 30 días se les denomina tiernos; con tiempo de maduración de 1 a 3 meses semicurados, de 3 a 6 meses curados, de 6 a 9 meses viejos y con tiempo de curado mayor a 9 meses, añejos. Cuanto más tiempo permanezca el queso en fase de maduración, más agua perderá, por lo que la textura será más dura y el sabor más fuerte.

Los quesos frescos no tienen ningún tipo de maduración, son el resultado del cuajado de la leche propiamente dicho.

Hay un queso para cada ocasión y gusto

La mayoría de las veces podríamos distinguir por su sabor un queso tierno de uno semicurado, curado o viejo, lo que normalmente no conocemos es que la mayor diferencia entre cada uno de ellos está en el tiempo de curación.

Propiedades nutricionales del queso.

Los quesos frescos son suaves, blandos y con poca grasa, con menos sodio que el resto, y además presentan muchas vitaminas y minerales. Son los más saludables y van bien para las personas que hacen dieta, quieren adelgazar, tienen el colesterol malo alto y lo quieren bajar, padecen hipertensión o bien tienen otros problemas similares.

El queso tierno es un queso, a diferencia del curado, con bajo aporte de sodio y grasa, y bajo en colesterol. Tiene mayor contenido acuoso que los quesos curados y semicurados, pero menos que un queso fresco.

El queso semicurado presenta más proteínas que los quesos frescos y tiernos, menos que el curado, pero aún así sigue teniendo importantes grasas. Presenta más calcio, potasio y mayores proporciones de vitamina D. Su contenido en sodio es alto, por esta razón debe moderarse su consumo en casos de problemas de colesterol, hipertensión y problemas cardiovasculares.

El queso curado lleva mayor cantidad de leche en su elaboración y por lo tanto más grasas y proteínas. A mayor cantidad de leche, mayor número de calorías. Un queso curado nos sacia más y acabamos tomando menos cantidad que de un queso tierno y por consiguiente quizás menos calorías

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